Dir: Paul W.S. Anderson (2016)
"Último capítulo" del culebrón zombie protagonizado por nuestra amiga Alice ( Milla Jovovich ).
Visto lo visto toca recapitular porque ya creo haber perdido la cuenta de todas las veces que he tenido la oportunidad de ver a Alice en pantalla. Veamos, la cosa empezó allá por el 2002 con la RESIDENT EVIL original dirigida por Paul W.S. Anderson, que contó con el rechazo de muchos seguidores de la saga por no respetar la ubicación clásica de la misma entre otras cosas pero que a servidor si que gustó como espectáculo escapísta y entretenido.
Luego llegaría APOCALYPSE (2004), cediendo la silla de director a Alexander Witt pero escribiendo la historia. Esta vez la localización si que gustaba pero la película se quedaba corta. A continuación nos vino con EXTINCTION (2007) nuevamente escrita por él pero dirigida por Russell Mulcahy para, a partir de esa fecha tomar nuevamente las riendas de la franquicia y ocuparse de todo para hacernos llegar ULTRATUMBA (2010) y VENGANZA (2012). Finalmente, nos encontrarnos en 2016 con este CAPÍTULO FINAL.
Y curiosamente a raíz de que el amigo Anderson ( no confundir con el bueno) empezara a hacer de hombre orquesta guiándose solo por sus ideas y llevándo él todo el peso de la saga es cuando la franquicia entró claramente en barrena. No se sabe si es que no le ofrecen otra cosa y tiene que tirar de esta pero a cada entrega se va notando más y más que cada vez tiene menos y menos presupuesto y menos y menos ideas con las que alargar el sufrimiento.
Las últimas entregas han sido una repetición constante de las mismas situaciones basadas casi enteramente en que su mujer, ( en esto diremos que si que tiene gusto ) aka Alice (Milla Jovovich) se luzca en pantalla en mil y una situaciones haciendo de tipa dura y chula, matando a diestro y siniestro en todo tipo de poses molonas sobresaturadas de cámara lenta cuando no de un montaje hiper acelerado y flasheante que impide ver lo insípido de más de una escena. Más aun en esta, en la que se nota que el presupuesto para CGI anda algo justo...
Al igual Anderson es un marido dedicado que solo piensa en el bien de su mujer pero todos recordamos como acabó La isla de las Cabezas Cortadas con su director y su mujer dándolo todo...
El Capítulo final empieza como suelen empezar todas las entregas de esta saga: con un resumen de lo acontecido en las películas anteriores y la voz en off de la Jovovich poniéndonos en situación. La verdad yo ya no se distinguir entre películas de Resident Evil y me da la sensación de estar asistiendo al mismo prólogo una y otra vez. Mal acaba lo que mal empieza y esta no va a ser una excepción.
La siguiente hora y media es un producto para el lucimiento de Milla enfrentándose al culebrón de los clones de los clones del clon de otro clon. Vamos, un aburrimiento que intenta adornar con alguna que otra pelea potente pero que vemos con la velocidad de crucero en automático y sin cambiar de marcha.
¿De que sirve rodear a Alice con otros personajes, más de uno con potencial, si luego los dejas como simples masillas? En las primeras entregas por lo menos teníamos a personajes con cierto carisma que ayudaban a hacer avanzar la trama y darle un poco de diversidad, pero al convertir esto en un One-star-show la película se resiente en grado supremo. En este caso particular tenemos la incorporación de una Ruby Rose que es vista y no vista.
Su Resident Evil, y me refiero no solo a esta entrega sino al conjunto, ya no tiene nada absolutamente que aportar. No tiene alicientes y no tiene ideas frescas ni buenos giros siendo simplemente un producto de entretenimiento para mentes muy poco exigentes que marea una y otra vez la perdíz.
Lo más grave de todo es que el título sugería que llegábamos finalmente al desenlace de todo este desbarajuste. Un momento en el que tanto director como actriz podrían haber cerrado la saga con un final que iba dando muestras de ir a ser honrado y consecuente para el personaje... ¡pues no!.
En definitiva, viendo lo de "EL CAPÍTULO FINAL" uno se había hecho a la idea de que la franquicia pudiese tener un lavado de cara y un reinicio futuro con nuevas ideas pero el muy condenado es mentirosillo hasta en eso y nos deja clavados en la butaca con una especie de "volveré" de baja estopa.
La Nota de La Noche.
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