domingo, 12 de marzo de 2017

LOGAN, adamantium viejo y reumático.

Dir: James Mangold (2017)


          Logan, alias Lobezno, vive en la clandestinidad y en horas bajas, abatido, resignado y buscando simplemente un lugar donde pasar sus últimos días hasta que se cruza en su camino una joven mutante en busca de ayuda.



          Última pieza que quedaba por completar en el personaje que Hugh Jackman lleva interpretando ya desde hace 17 años, Logan es el testamento definitivo que el personaje merecía para congraciarse con todos aquellos fans que film tras film seguíamos esperando a un Lobezno desatado. ( Lo de verlo con el traje oficial ya es cosa de un más que posible futuro en manos de otro actor ). Y desatado anda por aquí el amigo Jackman, a la vez que dolorido y en claro estado de deterioro galopante.


          Seamos realistas: Logan va a gustar a muchos al igual que va a decepcionar a otros tantos. Estarán los que esperan ver un film de gran embergadura, prototipo de blockbuster para destrozar records de taquilla y ofrecer mil  y un efectos especiales en pantalla. Luego estarán los que se quejarán de la cantidad exagerada de lenguaje soez que la película tiene y para el postre quedarán los que dirán que si Lobezno Inmortal ya era aburrida, al seguir en manos de James Mangold (director de la anterior ) la cosa no ha hecho más que empeorar.


           Como respuesta a estas tres quejas yo digo que justamente Lobezno, Logan para los amigos, no necesita de un argumento bigger-than-life, sino de algo mucho más concreto y personal, que ya de excesos nos quejamos con la de Origenes de tanta carnaza que metieron en la película. Esta pátina de cine intimísta y dramático le viene muy bien al personaje a la hora de presentarnos el crepúsculo de un héroe, una época. En cuanto al lenguaje, pues claramente os han dicho que no es un film para menores. Lo siento si has llevado al crío a la película y te has pasado medía película ( bueno, más bien el 90% de la misma ) tapándole los oídos pero bien os quejabais de que parecía un santo en los anteriores films. Y por último: Logan es lenta. Muy lenta. Pero es que así tiene que ser. No busca un divertimento ligero sino dar mucha más profundidad a unos personajes con los que hemos convivido por mucho tiempo y, de hecho, casi no ofrece ni los acostumbrados gags cómicos para aliviar la tensión.


          Logan vive de construir un argumento en el cual sólo tenemos piezas inconexas. Eso es cierto. Casi no sabemos como han llegado exactamente a una situación tan drástica y la película juega a dejarnos un montón de dudas al respecto que van surgiendo a lo largo de esta road movie con superh mutantes.


            En cuanto a la incorporación de la pequeña Laura ( X.-23) no puedo más que decir que tiene una estupenda presentación, salvaje y descontrolada, pero que Hugh Jackman sigue llevando las riendas de la película por lo que su personaje se desdibuja un tanto a partir del segundo acto. Preocupante es ver también un tercer acto que suena a algo visto y quizás ya repetitivo, pero no obstante los continuos baños de sangre donde esta vez el adamantium si corta, rasga, duele y decapita son lo mejor de una función que como ya dije no juega a gran película de multitudes.


           En cuanto al apartado técnico, James Mangold como ya he dicho a los mandos de la nave, ya que parece haber hecho buenas migas con Hugh Jackman tras Lobezno Inmortal ( the Worverine ) al igual que repitiendo encontramos al compositor Marco Beltrami, con una composición muy discreta que sirve para acompañar a los personajes. En cuanto al apartado de los efectos digitales y físicos estos tienen muy buen acabado casi a lo largo de la película y perece ser que nos han dado gato por liebre en más de una ocasión pero a la hora de la verdad, cuando el ojo se pone a trabajar, podemos notar esos pequeños defectos. Defectos que aparecen a partir del segundo acto, cuando el guión empieza a flaquear con las decisiones que va tomando.


            Recapitulando: Logan es una road-movie dramática de tono crepuscular que traslada a unos personajes icónicos a un marco extraño. Tiene un desarrollo lento y enigmático pero una primera hora muy buena que se viene un tanto abajo cuando asistimos al devenir de los acontecimientos. No hay un gran despliegue de medios, pero esto es perfectamente entendible cuando la Fox no creía en un film no apto para menores, por lo que a cambio de poder ver la hemoglobina y fiereza que siempre ha caracterizado al personaje han tenido que sacrificar el salario acostumbrado de Jackman así como el disponer de un presupuesto holgado, lo que se nota en la cantidad de escenas en parajes solitarios o interiores cerrados muy austeros.
Logan es una muy buena película, podía haber sido mejor y, aún no siendo redonda, es digna de alabarse por el cariño que demuestra por sus personajes.
Gracias por todos estos años Mr. Jackman.

La Nota de La Noche.











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