lunes, 12 de diciembre de 2016

VAIANA, también conocida como Moana.

Dir: Ron Clements,Don Hall,John Musker y Chris Williams (2016)


          En la primitiva Polinesia, la joven Vaiana es elegida por el mar para devolver el corazón robado de la diosa de la vida. Para ello deberá contar con la ayuda del semidios Maui, origen de semejante embrollo.



         ¿Qué seria de las navidades sin una peli Disney en cartelera? Al ritmo que lleva la productora del ratón difícil será el poder contestar a tan concreta pregunta a corto plazo así que mientras tanto aprovechemos para acercarnos al nuevo retoño de la casa de los cuentos y las princesas.


        Hablar de Disney y animación en estos momentos es hablar de las más altas cotas de calidad escénica en cuanto a cine de animación digital y Vaiana, (alias Moana ) no iba a ser menos. De hecho es increíble el nivel de realismo y detalle que han conseguido con los años en lo que al medio acuático se refiere.


        Pero vamos al tajo y dejémonos de rodeos. Vaiana tiene momentos y momentazos que ponen los pelos de punta. Tiene canciones, por supuesto, que adornan la trama y que dan relumbrón a más de una escena pero al igual que tiene momentos y momentazos tiene sus bajones y momentos cantarines de poco calado ( referencia marina aquí ). Al igual me equivoco pero me ha parecido quedar por debajo de películas como Enredados y Frozen, quizás por lo limitado de su historia o el concepto en sí, el cual no obstante es bastante hermoso, pero a la película le cuesta arrancar, tiene un primer acto que se resiste a dejar soltar la aventura y que parece dar vueltas una y otra vez sobre lo mismo.


            Así mismo algunos números musicales me han parecido poco inspirados y sin esa chispa que se le pide a los compositores del momento, ojo, no a la banda sonora de Marc Mancina y el apoyo de la música de la Polinesia. Por suerte el personaje de Vaiana (Moana) tiene carisma y está bien construído pero por el contrario el de Maui (Dwayne Johnson) no tiene esa conexión necesaria para ganarse nuestra simpatía mientras que la mitología, los paisajes y el entorno son fantásticos.


           Al final tanto criticar las historias amorosas y resulta que en cuanto este factor desaparece de pantalla la cosa parece decaer... y no obstante Vaiana nos deja algunos momentos de verdadera magia y sensibilidad en pantalla.


        En definitiva Vaiana sigue siendo una hermosa película con un bello mensaje ecologista y, por supuesto, nuevamente un mensaje acerca de la igualdad de oportunidades y el romper con las ataduras impuestas que consigue emocionar en más de una ocasión, y es por ello que se le deben perdonar sus deslices.

La nota de La Noche:











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