viernes, 26 de febrero de 2016

VICTOR FRANKENSTEIN, echando de menos a Aigor y Fronkonstin...

Dir: Paul McGuigan (2015)


            Conocéis la historia, el mito, el monstruo. Ahora conoceréis al hombre y las motivaciones que lo llevaron a desafiar a la mismísima muerte. Así más o menos empieza Victor Frankenstein. No pinta mal, la verdad.



          Aunque la verdad sea dicha, aquí vamos a conocer mas bien a su socio en tan pecaminosas fechorías: Igor Straussman (Daniel Radcliffe) un payaso jorobado de circo reconvertido en fiel compañero de estudios debido a su innata capacidad como fisonomista.


          Lo mejor de esta película es su estética entre lo victoriano y lo steampunk. Todo recargado mires por donde lo mires. Y si he dicho que es lo mejor es porque el resto no destaca por nada, exceptuando la muy buena BSO de Craig Armstrong que, desde aquí, os invito a escuchar por separado.


           Para empezar, y aunque resulte simpático, los primeros minutos de esta Victor Frankenstein son un vano intento de imitar el estilo de Ritchie y su Sherlock Holmes. Se nota a la legua que trata de seguir sus pasos y, aunque he dicho que no molesta, si que es demasiado evidente. Lamentablemente, tampoco es que el director siga esta linea durante el resto de la película.

         
           Por otro lado conocer a este Igor, (pronunciese Igor y no Aigor), payaso, jorobado, alma de circo que dispone de no se cuantos conocimientos y libros invita directamente a la suspensión de la credibilidad y dejarse llevar por una propuesta donde la cosa no se desarrolla de manera satisfactoria. Simplemente, diremos que, tras esos primeros minutos bastante amenos en la presentación. la película se torna, por qué no decirlo, simplemente aburrida.


        Aburrida y previsible. Con unos personajes que no interesan y una trama que no sabe lo que quiere ofrecer. ¿Pensabais que ibais a ver algo distinto? ¿una vuelta de tuerca? Pues no. Aquí lo único distinto es que Igor no es realmente un jorobado sino que tiene una espinilla de proporciones épicas. Radcliffe de jorobado está muy convincente ( o eso quiero creerme) pero en cuanto se acicala un poco y lo dejan con ese horroroso peinado pierde mucho carisma.


             Los que me leéis sabéis que me cuesta tragar a Radcliffe. Por momentos me funciona y me convence pero en cuanto le da por sonreír, con esa sonrisa bobalicona y aniñada se me desmorona completamente. No ayuda tampoco que James McAvoy como Victor Frankenstein ( el Von se ha perdido por el camino y no se pronuncia Fronkostin)  esté completamente sobreactuado durante toda la película. Al duo le añadimos al inspector Turpin (Andrew Scott) que anda obsesionado con patas de animales y esas cosas y un último malo de chichinabo llamado Finnegan (Freddie Fox) que pasaba por ahí para rellenar minutos. Por el estudio se pasó también un día Charles Dance, que parece que fue invitado a aparecer fugazmente en una escena.


         Al final casi dos horas de película para asistir en su desenlace a un remedo de Resident Evil 2: Apocalipsis. Tristemente lamentable.

La Nota de La Noche:











3 comentarios:

  1. Hola buenas tardes compañeros cinéfilos.
    Vi esta película con pocas expectativas de que me gustara comparto opinión con la tuya, es aburrida y también echamos de menos a Aigor y Fronkonstin, que risas.
    Un saludo.
    buen repaso de lo que nos vamos a encontrar en este film

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  2. Estoy de acuerdo. Se hace larga... Pero James McAvoy está tan guapísimo que que más da ;)

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    1. Querida amiga de La Noche,
      Acabo de hablar con el director de la peli y sacarán edición extendida solo con salvapantallas de McAvoy durante todo el metraje.
      Jajajaj, me has matado con el comentario.
      Un saludo y gracias por leerme.

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