domingo, 25 de octubre de 2015

EL BESO DE LA PANTERA, la bestia sexual.

Dir: Paul Schrader (1982)


See these eyes so green
I can stare for a thousand years
Colder than the moon
It's been so long
And I've been putting out fire 
With gasoline

Dale al play y disfruta leyendo


              Así, al ritmo de "Putting out the fire", la canción que David Bowie compuso para esta ocasión junto a Giorgo Moroder, comienza y termina esta película de Paul Schrader ( American Gigoló), es decir, de manera inmejorable. Entre medias podremos disfrutar de las actuaciones de Malcolm McDowell, que venía de hacer Los pasajeros del tiempo y Calígula, y una bellísima Nastassja Kinski que acababa de rodar Tess a las ordenes de Polanski. 

              El Beso de la Pantera ( Cat People ) es el remake de la película homónima de Jacques Tourneur de 1942 y que reconozco no haber visto. Schrader dice que siempre se ha arrepentido de mantener el mismo nombre pues su historia era muy diferente en todos los aspectos. Principalmente en su corte abiertamente sexual, debido a los diálogos ligeramente obscenos o al uso de escenas explicitas de sangre y sexo.

             En esta ocasión Nastassja Kinski interpreta a Irina, una joven que se reencuentra con su hermano tras años de separación. Al poco empezará a notar un comportamiento extraño en su hermano y en ella misma y en el que tiene relación una misteriosa pantera que anda suelta por Nueva Orleans...


              No cabe duda de que los puntos fuertes de esta película son su director y su protagonista. El primero se encarga de llevar a cabo una competente dirección, un tanto lenta, aunque estamos hablando de los 80 y por ende, el ritmo de cualquier producción tenia este marcado tempo y que, aún tratándose de una película de terror erótico, de hecho en el cartel de la película se vendía como "una fantasía erótica", consigue dar a la película un calado más profundo al tratar temas como el incesto o la atracción animal. Realmente esa coletilla de "fantasía erótica" en mi opinión le vino muy mal. Por otro lado tenemos a una bella y tímida Nastassja Kinski que logra tanto una actuación comedida como sacar al animal erótico que lleva dentro.


                Como he dicho se nota que es una hija de su tiempo, Nueva Orleans queda muy bien retratada, pero la historia parece que se pierde por momentos , estando extrañamente hilvanada y con cierto toque románticamente naif. Aún así tiene su encanto y su misterio. La música de Giorgo Moroder, un grande de la época, con su bso a base de sintetizadores, la canción de Bowie y las escenas oníricas sobre este paraje africano en donde vive esta raza híbrida de hombres pantera seguro que quedan en tu retina al igual que quedaron en la mía cuando era un chaval. En definitiva, no estaría de más echarle un vistazo a esta especie de vuelta de tuerca del mito del hombre lobo que fascina más por la forma que por el contenido.


Somos una raza incestuosa,
solo podemos aparearnos entre nosotros,
padres con hijas, 
madres con hijos,
hermanos con hermanos,
si no es así nos convertimos en panteras.
Para lograr volver a nuestro estado humano debemos matar.
Bienvenida a un tiempo donde eramos dioses...

La Nota de La Noche:


















No hay comentarios:

Publicar un comentario